Los ritmos hipnóticos de Nass El Ghiwane
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Rafa Ruiz | 29 septiembre 2021
Los orígenes de Nass El Ghiwane en un barrio marginal de Marruecos
Un interesante trabajo de Gonzalo Fernández Parrilla y Helio Islán Fernández titulado «La leyenda Nass El Ghiwane», nos adentra en la historia de este mítico grupo nacido a principios de los setenta que, además, nos encanta. Sin duda, los Nass El Ghiwane revolucionaron la música del Marruecos contemporáneo, calando hondo en la sociedad del momento y perpetuando sus ritmos hipnotizadores hasta nuestros días. Aunque existe una amplia bibliografía sobre el mítico grupo, debido a la gran popularidad que alcanzó a escala internacional, me he decidido a publicar en Rutas Marruecas esta breve reseña basándome en el artículo de estos profesores de la Universidad Autónoma de Madrid.
La historia de Nass El Ghiwane comienza un caluroso día del mes de junio en Casablanca, en el año 1971. Un grupo de cinco jóvenes, residentes en el humilde barrio de Hay Mohammadi, seducían a un abarrotado público en el Teatro Nacional Mohamed V. Aquellos adolescentes tocaron por primera vez un puñado de canciones como Allah ya Mulana o Ahl el hal que, entre otras muchas, impulsarían a la banda hacia un éxito mundial imparable que atrajo, a su vez, a varias generaciones de marroquíes, llegando a convertirse en una de las bandas más influyentes de la música contemporánea marroquí.
Aunque los orígenes de la banda se han fijado en 1971, el proceso de formación comenzó algunos años atrás. Las calles del barrio obrero de Hay Mohammadi, situado en la periferia de Casablanca, los vio crecer. Este singular suburbio, con una mayoría de población inmigrante procedente del ámbito rural, se había convertido en un símbolo de rebeldía y resistencia frente a las políticas coloniales, cuando protagonizó las revueltas de 1953, durante el Protectorado francés. Además del Tas, su conocido equipo de fútbol, el barrio promovió la aparición de destacadas figuras políticas, culturales y artísticas, gracias a instituciones como las Escuelas Libres de los nacionalistas, la Casa de la Juventud o el mítico Café Essada, todo ello en un Marruecos ya independizado.
En la Casa de la Juventud, que funcionaba como nexo de unión entre la juventud del barrio, se iniciaron varios proyectos que fomentaban la cultura, entre ellos, una biblioteca y una escuela de teatro y música. Al mismo tiempo, y en contraposición, el distrito también era conocido por albergar el famoso centro de detención y tortura de Derb Moulay Cherif, donde eran encerrados los militantes de izquierdas en los conocidos como «los años de plomo» del reinado de Hassan II. En aquellos años de férrea dictadura, se fue forjando en Marruecos una generación de jóvenes activistas concienciados políticamente, que encontrarían en Nass El Ghiwane a los representantes de lo que podríamos llamar la «canción protesta», con un fuerte carácter reivindicativo en contra de la represión y corrupción de aquellos durísimos años.
El comienzo de la formación Nass El Ghiwane se produjo entorno a la Casa de la Juventud de Hay Mohammadi y a la personalidad del famoso dramaturgo Tayeb Seddiqi que, en aquellos momentos, ya andaba experimentando con la recuperación de estilos teatrales de la tradición oral marroquí. Por otro lado, diversas fuentes apuntan a que el origen de la banda se fraguó en 1969 durante una gira teatral que recorría Francia con obras como al-Majdoub. Una gira en la que se encontraban los que serían los miembros fundadores de la banda, Larbi Batma y Boujmii Hgour, promotores de la idea de abandonar el teatro para incorporarse a la creación musical.
A la primera formación de la banda, compuesta por Boujmii, Batma, Omar Sayyed y Allal Yaala, se unió, más tarde, Moulay Abdelziz Tahiri con su guembri. Sin embargo, Tahiri muy pronto abandonaría la banda para fundar en Marrakech otro de los grupos míticos marroquíes, Jil Jilala, que ofreció su primer concierto en 1972 en un programa musical de la televisión pública marroquí. Para cubrir el lugar de Tahiri, se incorporó a la formación Abderrahman Kiroui, también conocido como Paco. Tiempo después, tras la muerte de Boujmii en 1974, la banda se mantuvo con los restantes integrantes del grupo hasta mitad de los noventa, fecha en la que Abderrahman Paco abandona el grupo, eligiendo para ello un momento bastante delicado para los Nass El Ghiwane, pues coincide con el fatídico diagnóstico de cáncer que obligaría a Larbi Batma a dejar definitivamente la música.
Abderrahman Paco.
En un intento de recomponer Nass El Ghiwane, se produjeron nuevas incorporaciones, como fue el discípulo musical de Paco, Redouane Arif, al guembri. Sin embargo, no sería hasta 1999, después de una crisis que sepultó al grupo en el olvido, cuando Rachid Batma, hermano mayor de Larbi, rescata al grupo con su voz y la percusión del tbel. Más tarde, también formará parte de la banda, Hamid, otro hermano de Larbi, que sustituye a Redouane Arif al guembri.
Funeral de Larbi Batma, 1997 (Folk the Kasbah).
El innovador estilo musical de Nass El Ghiwane y su conexión con el público
Un lenguaje corporal teatralizado y el dariya como recurso lingüístico
Las creaciones de Nass el Ghiwane han sido consideradas como expresiones que se elevan más allá del ámbito musical pero, también, como la reacción de una sociedad que emerge de un difícil contexto sociocultural. Y, precisamente, uno de los mayores logros de la banda fue la capacidad de conexión con la población, un vínculo que, según Seddiqi, estaba atribuido a factores externos, como era el recurrente uso del lenguaje corporal y la teatralidad en sus actuaciones. Por este motivo, los miembros del grupo han sido comparados con los antiguos trovadores que relataban historias con una fuerte connotación social por toda la geografía marroquí.
Otro de los factores que hicieron conectar a la banda con el público de forma exitosa fue la utilización del dariya, el árabe dialectal marroquí, y el uso elaborado del lenguaje, al que incorporaron expresiones del mundo rural. También asumieron expresiones propias de las cofradías sufíes que, junto con la poesía mística y el malhoum, aportaron gran riqueza y valor poético a sus producciones. Aunque las letras y la formación melódica no dejaban de ser simples, estaban repletas de una fuerte carga emocional. El contenido de las canciones y sus significados eran enmascarados a propósito con metáforas y estilos alegóricos para evitar cualquier tipo de censura.
Discografía de Nass El Ghiwane.
El ritual del trance como inspiración de Nass El Ghiwane
Como ya hemos visto anteriormente, Nass El Ghiwane se inspiró en el «sufismo popular», principalmente en las cofradías sufíes de Gnaua, Hamadcha y Aisaua, ya que estas solían tener un discurso más simple y orientado a las personas que necesitaban terapia espiritual y sanación, en contraposición con el sufismo más ortodoxo y culto. Para garantizar el trance musical, Nass el Ghiwane exploró las bases de los rituales gnauas y la escala de tipo pentatónica que caracterizan la música africana y en la que se incluye la amazige.
El uso del lenguaje corporal de Nass El Ghiwane sobre el escenario era altamente teatralizado. Los componentes de la banda se transformaban en músicos-actores para interactuar con un público entregado en una verdadera simbiosis. El trance sufí que tiene lugar en las zawiyas se desplaza ahora al escenario, un espacio escenográfico que se transforma de manera simbólica y desacralizada. Esta metamorfosis se materializa con la presencia de un público absorto, posicionado frente a los miembros del grupo que, a su vez, están dominados por un movimiento hipnótico que deriva en un éxtasis escenificado. A pesar de que el trance teatralizado perdía su carácter sagrado, el ritual seguirá cumpliendo sus funciones espirituales y terapéuticas.
Ritual gnaua. De «La religión de los esclavos» de Viviana Pâques (Bergano: Moretti/Vitali)
La comercialización y difusión de la discografía de Nass El Ghiwane
Los nuevos sistemas de reproducción fueron fundamentales para la comercialización y difusión del trabajo de Nass El Ghiwan. El formato en vinilo, que no obtuvo mucho éxito en Marruecos, fue suplantado por la cinta de casete, que permitía costes más bajos y una rápida distribución. El grupo abanderó, entonces, a toda una generación de jóvenes marroquíes deseosos de grandes cambios. Su influencia pronto se vería reflejada en multitud de bandas que comenzaron a imitarlos, como Lemchaheb, o la versión femenina Bnet El Ghiwane, que destacaban por su gran parecido. Ya en 1977 el panorama musical estaba repleto de bandas imitando a Nass El Ghiwane.
Uno de sus temas más conocidos Essiniya obtuvo un disco de oro en 1974 con el sello Discos Ouhmane. En 1981, el documental Transe, dirigido por Ahmed el Maanouni, catapultó al grupo al panorama internacional. Se trata de un documental de ficción rodado durante una gira del grupo por Túnez. La película no pasó desapercibida y hasta Martin Scorcesse, que los definió como los Rolling Stones de África, contó con ellos en 1988 para incluir su tema Ya sahh como parte de la banda sonora de su película La última tentación de Cristo.
Martin Scorcese y Omar Sayyed. Scorcese visitó Marruecos por primera vez en 1983 y fue a través de Nass El Ghiwane como descubrió este país increíble. Después de visitar Marruecos muchas veces, nunca dejó de sentirse fascinado de la rica diversidad paisajística y su cultura amable y cálida.
Quiénes son los Nass El Ghiwane
Boujema Hgour (voz y bendir)
El que fue líder del grupo Boujema Hgour, más conocido como Boujmii, falleció en 1974 con tan solo treinta años de edad. Su misteriosa muerte y las sospechas posteriores, lo convirtieron en una especie de víctima del sistema que tanto había denunciado en la letra de sus canciones. Su muerte generó numerosos rumores que ponían en duda la muerte natural del músico, debido a su constante activismo contra la monarquía y su actitud a favor de Palestina. Junto con Larbi Batma, Boujmii fue el principal creador de las letras de Nass El Ghiwane.
Larbi Batma (voz y percusión)
La figura de Larbi Batma fue la más carismática. Desarrolló toda su vida en el mundo del arte, fue músico, actor y escritor, convirtiéndose en el integrante más polifacético de Nass El Ghiwan. Fue Larbi el que incorporó en la banda el factor morabítico y el trance, creando largas composiciones de claro estilo gnaua. Este tipo de canción se convirtió en el más característico durante la década de los ochenta. En 1993, Batma abandonó el grupo para regresar a Essaouira, donde continuaría con su carrera musical en solitario pero siempre vinculada a sus orígenes gnaua.
Omar Sayyed
Actor de vocación, Sayyed era el líder del grupo y responsable de que Boujmii y Batma se conocieran. Sus comienzos fueron en la radio, donde cantaba al estilo oriental, un trabajo que continuó haciendo más tarde en el teatro. La cara de Omar Sayyed es la más conocida, ya que pronto se convirtió en el portavoz del grupo.
Allal Yaala
En los años sesenta comenzó su carrera musical Allal Yaala, con composiciones de música creadas para los grupos de teatro en Hay Mohameddi. Yaala ha sido considerado la mente creadora de Nass El Ghiwane y es el responsable de las melodías de estilo melhoun, sello que define la música del grupo.
De izquierda a derecha: Omar Sayyed, Larbi Batma y Allal Yalla (Folk the Kasbah).
En la actualidad, Nass El Ghiwane es el resultado de cuatro décadas de historia. En todos estos años han coexistido la literatura, el teatro y la música, también el drama e importantes tragedias, como las muertes de Boujmii y Batma, o el cese en la banda de Abderrahman Paco, que a punto estuvo de causar la disolución de la banda. Todas estas circunstancias y adversidades vividas han quedado reflejadas en las letras de las canciones de Nass El Ghiwane.
La pasión generada por el grupo sigue presente a día de hoy, una pasión alimentada por toda una generación que vivió aquellos años setenta, principalmente, por aquellos jóvenes marroquíes que fueron conscientes de lo que Nass el Ghiwane significaba para la cultura marroquí. Durante sus últimos años de existencia, Nass el Ghiwane incorporó a su característico estilo elementos del Rai y del Gnawa difussion, dando como resultado un último trabajo llamado al-Nahla shäma (La abeja Shama) en 2008.
Nass el Ghiwane, Amsterdam Andalusian Orchestra, Amsterdam Klezmer Band, Fadua El Akchaoui & Nasrdin Dchar. Diciembre, 2019.