La chumbera: un impulso para el desarrollo sostenible en el «Moussem Aknari»

Sonia Gámez | 18 agosto 2019

Antes de empezar a escribir intento reconstruir mis recuerdos más lejanos en los que tengo presente la chumbera y el chumbo. Me viene a la cabeza de inmediato, cuando era pequeña, aquellos días que volvía del colegio y me cruzaba con un vendedor de origen marroquí que vociferaba por las calles del barrio «¡¡hay chumboooooo!!». Entonces, a su paso salían las mujeres de las casas a comprarle algunas piezas que el vendedor, cuidadosamente, pelaba con su navaja. También me vienen a la memoria algunos momentos felices de mi infancia, siempre correteando por las huertas del entorno de mi casa, en un tiempo en que había abundantes huertos en las ciudades y escasos coches en las carreteras. Por aquellos caminos, que habitualmente hacía en bicicleta o corriendo, observaba numerosas aglomeraciones de chumberas, un elemento insignificante que formaba parte de aquel paisaje familiar y cotidiano.

Con la llegada del verano, cuando la luz cambia y el olor estival te transforma, recuerdo como el fruto de aquel desvencijado cactus se mostraba en pleno esplendor y despertaba en nosotros, los niños, la tentación de alcanzar aquel suculento higo chumbo que brotaba de sus pencas con nuestras propias manos. Pero casi nunca era necesario arriesgar tanto, porque siempre en mi casa, recuerdo felizmente, había un plato de chumbos pelados frescos de la nevera que, una vez estaba sobre la mesa, su aroma invandía toda la habitación refrescando aquel caluroso y alegre ambiente veraniego, lo que me lleva a evocar irremediablemente a mis abuelos y mi niñez ya lejana.

 

Puesto de venta de chumbos en el zoco de Sidi Ifni
Chumbera de gran tamaño en Sidi Ifni

Comprando chumbos en el zoco durante la celebración del «Moussem Aknari», en Sidi Ifni.

Antes de que me invada la nostalgia, quisiera aprovechar la celebración de la sexta edición del «Moussem Aknari» estos días pasados en Sidi Ifni, para hablar en este post sobre la transformación y el desarrollo que ha experimentado la chumbera y su fruto en todo Marruecos, sobre todo, en la región de los Ait Baamrane, de sus propiedades nutricionales y cosméticas y el potencial que representa para las regiones del desértico sur marroquí.

Tradicionalmente, y según el lugar, la chumbera y su fruto, el higo chumbo, ha sido denominada de varias formas a lo largo de su historia. En España se conocía como higuera de Indias, higuera de pala, tunal o nopal de Castilla, chumbos, tuna chumbera, tuna mansa o simplemente tunal. En árabe se la conoce como kermous the hendi, en el Sous marroquí como tchimbou, ahendit o taknarit, denominaciones en lengua amazige. En la provincia de Sidi Ifni el higo chumbo es llamado aknari, pero su nombre científico es Opuntia ficus indica, una especie que ocupa toda la cuenca mediterránea.

 

Ilustración de las pencas y flores de la chumbera
Pencas y flores de chumbera
Ilustraciones de pencas y flores de chumbera
Ilustraciones de pencas y flores de chumbera

Ilustraciones científicas de la especie Opuntia ficus indica de William Curtis, 1787-1826.

La chumbera es nativa de México y crece espontáneamente en todo Marruecos. Esta planta, desconocida antes del descubrimiento de América, fue una de las primeras especies traídas del Nuevo Mundo. No se conoce con exactitud cuando llegó a España, pero existen numerosas y detalladas descripciones en obras del siglo XVI, como la de Fray Bernardino de Sahagún Historia General de las Cosas de la Nueva España, publicada en 1565, donde la describe de la siguiente manera:

El árbol llamado nopal, tiene hojas grandes y gruesas, verdes y con espinas; este árbol da flores en las mismas hojas, algunas son blancas, otras bermellón, otras amarillas, y otras color carne; producidas en este árbol hay frutas llamadas tunas que saben muy bien y salen de las mismas hojas… Hay árboles en esta tierra llamados nopalli, lo que quiere decir tunal, o árbol de las tunas; es un árbol monstruoso, el tronco se compone de hojas, y las ramas se componen también de las mismas hojas; las hojas son gruesas, jugosas y viscosas; las mismas hojas tienen muchas espinas…

Cuando la chumbera llega a España, el primer lugar donde se cosecha es en las Islas Canarias, pero inmediatamente pasaría a Sevilla y de ahí al resto del país, convirtiéndose en un recurso considerable para las gentes pobres de muchas ciudades españolas. La planta comenzó a expandirse con rapidez y llega a Marruecos a lo largo del siglo XIX, momento que fue propagándose significativamente por todo el territorio marroquí.

Con la llegada del verano hace su aparición el higo chumbo, un fruto muy apreciado por su poder refrescante y su coste moderado. Dependiendo de la variedad, puede tener diferentes tamaños y colores, con una pulpa que ofrece una rica diversidad de sabores dulces y una buena dosis de vitamina C, sin embargo, es inevitable que contenga una gran cantidad de pepitas o semillas en su interior que dificultan el masticado. Además, las pequeñas espinas que lo cubren hacen que el higo chumbo sea delicado de manejar, pues las espinas, una vez han penetrado en la piel, son muy difíciles de extraer. Algunos vendedores ponen el chumbo en remojo en un barreño de agua para que las espinas se desprendan y les permita pelarlo con mayor facilidad. Precisamente, por la cantidad de pepitas que contiene, el higo chumbo debería ser consumido con cierto cuidado y moderación, pues corremos el riesgo de sufrir, en el mejor de los casos, estreñimiento, pero también padecer una obstrucción intestinal si hemos consumido una gran cantidad.

En la actualidad, esta fruta silvestre, exótica, rugosa y colorida es un recurso en alza en Marruecos, pero también en otros muchos países de todo el mundo (Italia, Túnez, Argelia, en el Mediterráneo), donde ha sido cultivada y desarrollada la extracción de sus derivados. A pesar de su aspecto salvaje, carnoso y espinoso, podemos decir que la Opuntia ficus indica es más que un simple cactus. Además de sus frutas comestibles durante los tres meses de verano, junio, julio y agosto, la tuna se ha convertido en un producto muy aprovechado. Menos las espinas, que hasta hoy los investigadores no han encontrado un uso adecuado para ellas, todo se usa: pencas, mucílagos, frutas y semillas y los pétalos de sus flores. Utilizado por los nativos americanos durante 7000 años, el nopal tiene una gran cantidad de derivados de los que expondré solo algunos ejemplos.

 

Chumberas en un pueblo de adobe

Poblado en la provincia de Sidi Ifni, región de los Ait Baamrane.

Chumberas cargadas de chumbos

Chumbera y su fruto, el higo chumbo.

Cubo cargado de chumbos

Como ya he comentado, nada se tira, todo lo de la chumbera es útil. Uno de sus principales derivados, quizá el más preciado, es el aceite que adjetivan como «milagroso», el más caro del mundo. Este aceite vegetal está prensado en frío y es conocido por sus virtudes para la piel, las uñas y el cabello. Actualmente, este producto presenta una fuerte demanda por parte de la industria cosmética mundial, especialmente la europea. Rico en ácidos grasos esenciales y vitamina E, el aceite de la semilla del chumbo destaca por su función antienvejecimiento, antiarrugas y por sus efectos curativos. Antioxidante, cicatrizante, hidratante, nutritivo y reafirmante, este aceite requiere alrededor de una tonelada de chumbos y unos 30 kilos de pepitas para extraer un litro de aceite. Su precio, que puede variar según las condiciones de recolección, oscila entre 800 y 1000 euros por litro, por lo que se suele comercializar en pequeños tarritos que adquieren un precio bastante más asequible a los bolsillos.

 

Ilustración de chumbo y su aceite

Aceite de la semilla del chumbo.

Pequeños tarros de aceite de pepita de chumbo
Tarro de aceite de pepita de chumbo

Una vez extraído el aceite de las semillas del higo chumbo, el residuo de las mismas se muele y se seca para hacer una harina muy fina. Este polvo blanquecino, rico en proteínas, se puede utilizar en la elaboración de pasteles, sopas enriquecidas o en el campo de la cosmética. Pero hay que tener cuidado no confundir este polvo con el que se extrae de las pencas de la chumbera, que se obtiene con el corte de los extremos de la planta para, posteriormente, secarla y molerla para hacer harina también. Se necesitan unos 10 kg de pencas frescas para obtener 1 kg. Este polvo es verdoso y se puede agregar a las preparaciones culinarias e incluso a la sémola del cuscús. También es muy rico en proteínas, fibra, ácidos grasos esenciales, esteroles y vitamina E, el precio de una bolsa pequeña de 150 g suele costar unos 10 euros.

La pulpa de la tuna sirve como una base jugosa, dulce y perfumada para la industria alimentaria, especialmente en la fabricación de mermeladas, jugos y sorbetes. Para el desarrollo de estos derivados fue necesaria una amplia y constante investigación que, finalmente, condujo al establecimiento de tecnologías específicas para el procesamiento de la fruta de la chumbera en mermeladas, jaleas, jugos y frutas confitadas, además de las pencas conservadas en salmuera en forma de filetes y las harinas. La flor de la tuna es muy rica en vitamina C, calcio, hierro, magnesio y zinc. Cuando están secas se preparan en té de hierbas por sus propiedades diuréticas, vermífuga y astringente.

El vinagre de Opuntia, fue una innovación desarrollada en el año 2012, se trata de un vinagre gourmet, que se extrae de la pulpa del higo chumbo, de un aroma muy rico, sabroso y afrutado, de acidez ligera y un sabor muy refinado, que ostenta varias virtudes nutricionales y cosméticas. Además de las propiedades adelgazantes, antioxidantes y curativas de la tuna y sus frutos, este vinagre estimula la flora intestinal, mejora la digestión y fortalece las defensas naturales.

Según algunos documentos, originalmente la chumbera se trajo a España para alimentar a la cochinilla, uno de los parásitos naturales de las chumberas que sin el control humano podría aniquilar ciertas especies. Sin embargo, esta plaga ha sido explotada como fuente de un tinte rojo sangre muy utilizado. Con el tiempo, sirvió como tinte, principalmente para las telas pero, hoy en día, la industria alimentaria lo explota como un tinte natural conocido como E120.

 

Cooperativa Sahara Cactus en Sidi Ifni

Cooperativa Sahara Cactus en Sidi Ifni.

Pencas limpias de la chumbera

Pencas de nopal y su fruto, el chumbo.

Frutos de la chumbera

Algunos estudios han atribuido al nopal numerosas propiedades terapéutica que han llevado a su reconocimiento por parte del sector médico y farmacéutico. El nopal es un hipoglucemiante perfecto que no solo reduce el nivel de azúcar en la sangre sino que, además, baja los niveles de colesterol malo. Se le reconoce como un alimento calmante y antiespasmódico natural, que tiene una acción sedante que reequilibra el sistema nervioso de forma natural. Además, es bien conocido por ser un antidiarreico, purgante y regulador del tránsito intestinal. También promueve y activa la producción de leche en las mujeres que amamantan a sus hijos. Los dietistas reconocen sus efectos saciantes, supresores del apetito, por lo tanto, es habitual consumirlo como complemento en las dietas de adelgazamiento.

En un ambiente árido y semiárido, como sucede en muchas regiones de Marruecos, y en la agricultura extensiva, el déficit de forraje es una realidad. Con el fin de preservar la vida de la manada y ahorrar gastos muy costosos en las operaciones de protección, las pencas de las chumberas constituyen un banco de forraje disponible durante todo el año. En el aspecto medioambiental, la chumbera ayuda a regenerar los suelos agotados por el cultivo, y los residuos de las pencas y las frutas son un excelente fertilizante. La Opuntia protege el suelo de los deslizamientos de tierra, estabiliza el suelo arenoso y triturado, elimina las plagas y evita el crecimiento de malezas, por lo tanto, contribuye a la preservación de los suelos contra la erosión, lucha contra la desertización y a la conservación de la biodiversidad, al tiempo que favorece la regeneración espontánea de las especies de plantas y la creación de un microclima favorable para el desarrollo de una flora y fauna muy diversificada. Además, tradicionalmente, la chumbera se ha utilizado para delimitar los territorios, granjas o huertas, entre vecinos, formando setos vivos de cactus espinosos que también evitaban el tránsito de los animales salvajes.

Después de conocer todas estas cualidades de la chumbera y el chumbo, es totalmente comprensible el gran desarrollo que ha ido adquiriendo en algunos países de la cuenca mediterránea, a pesar de haber sido durante mucho tiempo una planta marginada y escasamente valorada.

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Paisaje de montaña con cultivos de chumberas

Plantaciones de chumberas en la región de Sidi Ifni.

Mural que representa la recogida del chumbo
Mural que representa la recogida del chumbo

Mural en las calles de Sidi Ifni que representa las plantaciones de chumberas y la recogida del chumbo.

Las chumberas se han plantado en Marruecos de norte a sur desde hace casi tres siglos. Este cultivo, muy adaptado a las condiciones agroclimáticas más difíciles, ocupa una superficie importante en todo el país. Año tras año, el área total de chumbera va creciendo, lo que se traduce en un aumento en la producción de fruta y pencas que puede ser una fuente de ingresos para los agricultores a través de la valorización agroindustrial de estos productos. A su vez, esta valoración ha implicado, desde el año 2000, una constante investigación sobre el desarrollo de los procesos de diversificación.

Las nuevas tecnologías desarrolladas para la fabricación de mermeladas de chumbo y filetes enlatados de las pencas, son explotadas por numerosas cooperativas, principalmente formadas por mujeres. Entre todas ellas, me gustaría destacar la Cooperativa Femenina «Aknari Sbouya» en la región de los Ait Baamrane, que trabaja en el sector desde el año 2004, constituyendo una unidad piloto para el desarrollo agroindustrial de la chumbera y el chumbo. Actualmente, su plantilla ha aumentado a más de treinta mujeres que trabajan para sacar adelante la producción diaria. La adquisición de los equipos y la construcción de los locales fueron financiados por la cooperación extranjera en Marruecos. Debido al éxito de los productos fabricados por esta cooperativa, se le han asignado varios fondos para alentar su desarrollo y la automatización de ciertas operaciones en la cadena de procesamiento, especialmente la cocción, taponado y esterilización de productos. Y así, con estos avances tecnológicos, salen adelante estas pequeñas empresas locales que explotan la chumbera en la región del Anti Atlas occidental.

 

Cartel de la Cooperativa Aknari Sbouya

Cartel publicitario de la Cooperativa femenina Aknari Sbouya, pionera en la producción y elaboración de productos extraídos de la chumbera.

A principios de agosto, y coincidiendo con la celebración del Día del Trono en Marruecos, los consejos provinciales y comunales, en colaboración con la provincia de Sidi Ifni y la Asociación Iniciativas Ifni, han organizado la Sexta Edición del «Moussem Aknari», bajo el lema «Productos locales, una palanca para el desarrollo sostenible». Este interesante evento es una oportunidad para promocionar la chumbera de los Ait Baamrane y sus derivados, uno de los principales productos agrícolas de la región. De hecho, este territorio proporciona más de la mitad de la producción nacional de chumberas, y su fruta es muy reconocida por su gran calidad y sabor. Este producto local constituye una importante fuente de ingresos para la población, en la que dominan tres variedades: Moussa, Aissa y Achfri. Además, este acontecimiento anual tiene como objetivo promover las potencialidades naturales de la región de los Ait Baamrane con miras a explotarlas para el desarrollo del turismo y aumentar la actividad económica en la ciudad.

 

Celebración del Moussem Aknari en Sidi Ifni

Preparativos para la inauguración del «Moussem Aknari» 2019 en la ciudad de Sidi Ifni.

Entrada del recinto comercial durante el Moussem Aknari
Preparativos del Moussem Aknari en Sidi Ifni
Escenario para conciertos en el Mousem Aknari

El «Moussem Aknari» celebró su primera edición en 2011, una iniciativa que surge de la gestión de una de las asociaciones para el desarrollo y la cultura de Sbouya, comuna próxima a Sidi Ifni que pertenece a la Región de Guelmim, donde se genera una de las mayores producciones de chumberas. La primera festividad se llamó «Moussem Sbouya Aknari», y tenía como objetivo principal beneficiarse de los incentivos del Plan Marruecos Verde, empleado por el Ministerio de Agricultura para el desarrollo del sector. El festival se presentaba como una verdadera oportunidad para mejorar el potencial natural, económico, cultural y turístico de Sbouya, pero también para promocionar los productos locales y mejorar su comercialización en Marruecos y el extranjero. El mussem puso de manifiesto que las chumberas y los chumbos deben ser considerados como un patrimonio natural a preservar, y exigía el compromiso de generar reglamentos específicos para evitar situaciones alarmantes, como estaba sucediendo con el aceite de argán, exportado por toneladas al extranjero sin ningún control ni límites. Para las autoridades, si esta situación volviese a repetirse en el sector del chumbo, sería un verdadero desastre económico y social para todas las cooperativas femeninas y productores. Además, el desarrollo socioeconómico de la provincia de Sidi Ifini también se vería obstaculizado, pues sus recursos naturales son limitados y podrían disminuir con la explotación incontrolada y no regulada.

Cartel del Moussem en Legzira

La publicidad del «Moussem Aknari» 2019 ha llegado a todos los espacios de la ciudad. Playa de Legzira, en Sidi Ifni.

Entrada al recinto comercial en Sidi Ifni

Exposición de las cooperativas, «Moussem Aknari» 2019.

Cooperativas de productos locales, Sidi Ifni

Con este enfoque, el «Moussem Aknari» se ha mantenido hasta hoy. En todas las ediciones del Festival del Chumbo se exponen los productos locales en numerosos stands, productos de cooperativas y asociaciones (derivados del chumbo, mieles, cosmética, aceite de argán y derivados, azafrán, cuscús casero, té de hierbas, aceitunas, henna o dátiles) acompañadas de degustaciones culinarias. Suele también incluir la producción de cerámica, trabajos en plata, alfombras y ropa tradicional saharaui. El evento tiene lugar en la ciudad de Sidi Ifni que, durante tres días en agosto, engalana sus calles y plazas para recibir una multitud de espectadores que participan de un programa variado. Además de la feria agrícola local contiene actos culturales, competiciones deportivas, conferencias y mesas redondas. Entre las actividades del mussem, me gustaría destacar el carnaval tradicional que recorre las calles de la ciudad, porque todavía hoy incluye gigantes y cabezudos, una divertida herencia colonial y huella de la presencia española. Nunca falta un espectáculo de Tbourida o Fantasía al caer la tarde, que se desarrolla en las amplias explanadas de lo que fue el antiguo aeródromo español. Pero lo más esperado cada año, es la elección de Miss Cactus, o mejor decir, Miss Chumbo, y sus damas de honor. Una vez elegidas, las tres afortunadas forman parte del desfile del carnaval por las calles de Sidi Ifni, convirtiéndose en objeto de atención de la población ifneña. Todo el programa del «Moussem Aknari» se complementa con varios conciertos de música amazige y hassani, con la participación de varios grupos y artistas locales, pero también de otras regiones de Marruecos.

Cabezudos en el desfile y pasacalles

Pasacalle con las galardonadas en la sexta edición de Miss Cactus 2019. A la derecha, la presencia de gigantes y cabezudos, curiosa herencia colonial que ha permanecido hasta hoy en Sidi Ifni. Abajo, las Miss Cactus de varias ediciones.

Fotografía Miss Aknari
Miss Aknari
Fotografía Miss Aknari
Fotografía Miss Aknari

Para concluir, me gustaría puntualizar que este desarrollo tan considerable de la chumbera en los paisajes del sur de Marruecos, principalmente por su importancia socioeconómica y ambiental, está poniendo en peligro el sistema agrario tradicional basado en el árbol de argán, la cría de cabras y el cultivo de cebada. Sin embargo, cultivar la chumbera se ha convertido en un importante recurso económico para estas poblaciones del Anti Atlas occidental y una forma muy efectiva de combatir la degradación de los suelos. Para Sidi Ifni, la chumbera y su fruto son una fuente importante de ingresos y es la única planta que hace frente a las condiciones climáticas áridas de la región. Además, parece que las autoridades públicas se han involucrado con acciones que consisten en alentar a los productores a organizarse en cooperativas y en asistirlos para crear mejores condiciones para las cosechas, el envasado y la venta. Como parte de las acciones de desarrollo de este sector, se ha construido una unidad de envasado de chumbos equipada con equipos modernos, así como dos centros de recolección de chumbos en las comunas de mayor producción, Sbouya y Mesti. Otros proyectos están en marcha aún, y parece que están enfocados al aumento de plantaciones de chumberas, construcción de carreteras, etc.

Espectáculo de Fantasía en Sidi Ifni

Fantasía o Tbourida, «Moussem Aknari» 2019.

Espectáculo de Fantasía en Sidi Ifni
Feria en Sidi Ifni durante el Moussem Aknari
Puesto de venta de cooperativa de piel
Entrada recinto comercial de cooperativas

Tubqal Marruecos, piedra y arena trabaja muy a fondo esta región en busca de rutas más genuinas, porque no solo es interesante por sus chumberas, sino por tratarse de un paisaje lejano excepcional, con destacados espacios naturales por descubrir y donde, por fortuna, el turismo de masas no ha llegado. Si te apetece conocer sus oasis, gargantas y cascadas o sus dunas atlánticas, además de probar sus ricos chumbos, nosotros te llevamos!!

Sonia, Rafa y Alex con escopetas de feria

Haciendo un poco el tonto al encontrar las antiguas atracciones de feria en el «Moussem Aknari» 2019, recuerdos de nuestra infancia.